1 de feb, 2025, 17:22 ET
El Real Madrid pisó el freno en Barcelona y después de cuatro victorias consecutivas en LaLiga perdió ante un ordenado, paciente… Y eufórico Espanyol, que supo resguardarse en defensa y avisar en contadas ocasiones en ataque hasta que en la recta final Carlos Romero marcó el épico 1-0 que provocó la primera derrota liguera del líder después de seis jornadas.
Los jugadores del Espanyol celebran su victoria sobre el Real Madrid. EFE / Toni Albir.
El Espanyol se escapa, de momento, del descenso encadenando su cuarta jornada sin perder y sumando una victoria que sería inesperada a priori y acabó por ser celebrada como no se recuerda. Hizo un ejercicio, magnífico, de supervivencia y se llevó el premio mayor. Lo consiguió defendiendo con todo, con la pizca de suerte necesaria y la magnificencia de un Joan García estelar.
Dominó de manera evidente el equipo de Carlo Ancelotti, al que le anularon un gol de Vinícius por falta de Mbappé en la primera mitad, planteando un partido abiertamente ofensivo, casi sin utilizar el centro del campo y con un vértigo evidente, con el retorno de Vinicius tras cumplir sanción y el acompañamiento de Mbappé, Rodrygo y un Bellingham que casi nunca encontró su sitio en el campo, provocando en ocasiones un atasco evidente en el juego de ataque.
Fue Joan García, el portero del Espanyol, uno de los principales responsables del desastre merengue. El catalán se multiplicó ante Vinicius y Mbappé, ante Rodrygo y Valverde… Se apoyó en la suerte que en forma de postes rechazó hasta dos remates de Mbappé y Rodrygo y relanzó a sus compañeros, entregados todos a una misión que pareciendo imposible acabó siendo posible.
Disfrutó la hinchada periquita como no había hecho en toda la temporada con la entrega de sus jugadores y a medida que avanzaba el reloj se desesperaba un Madrid sin más orden que el ataque desordenado, con Vinicius en sus guerras, Mbappé sin encontrar apoyos y Modric, que entró en la segunda mitad para dar calma, incapaz de mejorar las prestaciones de un equipo histérico.
El Madrid perdió, el Atlético, que había ganado al Mallorca anteriormente, se queda a un punto del liderato y el Barça, que mañana recibe al Alavés, podría acercarse otra vez a cuatro, además de dejar en descenso al equipo vitoriano… adelantado este sábado por un Espanyol monumental.